Por Vicente Mendez
Homeopata y Terapeuta Sistemico
SANAR
Frases como “sanar tu niño interior”, “sanar tu pasado”, “sanar tu alma” están muy en boga en los años recientes, como médico constato que es imposible obtener una verdadera curación si no se vive un proceso terapéutico que incluya los eventos de la infancia del paciente, pero también debe incluir los eventos de su familia aún cuando no haya participado él o ella físicamente, aún cuando no sepa nada al respecto y aún cuando haya ocurrido en generaciones anteriores.
Los talleres de constelaciones son una bella manera de encarar digna y serenamente los eventos pasados personales y familiares. Es realmente sorprendente como se pueden tratar temas difíciles: la locura, las injusticias, los abusos, la muerte, las enfermedades graves, la desgracia en general... todo ello en un contexto de intimidad y respeto; en todos los talleres los participantes nos quedamos con la sensación de haber trabajado con el grupo y para el grupo, de haber tocado temas difíciles y de haberlo hecho con personas que pareciera fueran amigos de toda la vida, aún cuando sea la primera vez que nos vemos. Esto es posible porque en el fondo, los participantes en el taller son representantes de nuestro sistema familia, y es el permiso de nuestra familia lo que hace posible el ambiente de intimidad, respeto, dignidad y amor, solo en ese contexto se puede conseguir la salud del alma que se manifestará en una vida libre, digna y amorosa.
Frases como “sanar tu niño interior”, “sanar tu pasado”, “sanar tu alma” están muy en boga en los años recientes, como médico constato que es imposible obtener una verdadera curación si no se vive un proceso terapéutico que incluya los eventos de la infancia del paciente, pero también debe incluir los eventos de su familia aún cuando no haya participado él o ella físicamente, aún cuando no sepa nada al respecto y aún cuando haya ocurrido en generaciones anteriores.
Los talleres de constelaciones son una bella manera de encarar digna y serenamente los eventos pasados personales y familiares. Es realmente sorprendente como se pueden tratar temas difíciles: la locura, las injusticias, los abusos, la muerte, las enfermedades graves, la desgracia en general... todo ello en un contexto de intimidad y respeto; en todos los talleres los participantes nos quedamos con la sensación de haber trabajado con el grupo y para el grupo, de haber tocado temas difíciles y de haberlo hecho con personas que pareciera fueran amigos de toda la vida, aún cuando sea la primera vez que nos vemos. Esto es posible porque en el fondo, los participantes en el taller son representantes de nuestro sistema familia, y es el permiso de nuestra familia lo que hace posible el ambiente de intimidad, respeto, dignidad y amor, solo en ese contexto se puede conseguir la salud del alma que se manifestará en una vida libre, digna y amorosa.